Los arbustos perennes se han convertido en la forma predilecta de muchos propietarios para cercar sus hogares de forma elegante y decorativa, pero también tiene otras muchas aplicaciones, en tanto que son plantas muy bonitas de ver y permite crear delimitaciones dentro del propio jardín. No son difíciles de cuidar, en tanto que por norma general las plantas de hoja perenne son muy agradecidas y no requieren de cuidados excesivos, pero sí, como puede ser de esperar, tendrás que tener un ojo en que crecen fuertes y sanas, pues de lo contrario es probable que se mueran (como todo ser vivo).

Si estás buscando ideas para plantar en tu jardín, o estás pensando en rehacer la valla que te separa de tus vecinos y buscas alternativas fáciles de cultivar con un resultado estupendo, en este artículo te traemos 8 arbustos perennes de rápido crecimiento ideales para tu jardín. Además, los hemos seleccionado precisamente de rápido crecimiento para que te sea fácil comenzar a ver su efecto en tu jardín sin tener que esperar años a verlos crecer. ¡No te los pierdas!

Evónimo

Aunque es posible que desconozcas su nombre, el evónimo es uno de los arbustos de hoja perenne más populares y utilizados. Es muy fácil de cultivar y además es extraordinariamente resistente a cosas como plagas, la poda e inclemencias del tiempo, de ahí que se haya convertido en uno de los favoritos de muchos jardineros, que optan por este tipo de planta para decorar jardines y construir cercos naturales. Es nativo de Japón, Corea y China, y es capaz de alcanzar una altura de 2 a 8 metros, aunque por norma general, en función de las intenciones del jardinero, no se le suele permitir crecer más de 3 metros.

Necesita mucho sol, por lo que es una planta de exterior. Es capaz de crecer bien en una zona de semisombra, pero es necesario que reciba más horas de sol que de sombra, así que asegúrate de situarlo en alguna parte del jardín que reciba luz la mayor parte del día. En cuanto a la tierra, si lo plantas en jardín es indiferente mientras te asegures de que cuenta con un buen drenaje. Hay que regarlo entre tres y cuatro veces a la semana en las épocas más cálidas del año, pero en las épocas más frías bastará con hacerlo cuatro o cinco veces semanales. Lo ideal es regarlo con agua de lluvia o sin cal, pero si no tienes posibilidad de gestionarlo de esta forma un buen truco para hacer del agua de riego más saludable (en caso de que sea muy dura) es añadir una cucharada sopera de vinagre a diluir cada cinco litros de agua.

Laurel cerezo

El laurel cerezo es también una de las opciones favoritas de los jardineros para crear espacios divididos y bien distribuidos en jardines grandes, pero en jardines pequeños también tiene cabida, especialmente como separación de la calle o de los vecinos. Se trata de un tipo de arbusto resistente, fácil de podar y también fácil de cuidar, de ahí que se trate de una alternativa tan inteligente. Es un arbusto muy bonito, lo que garantiza un efecto visual muy atractivo que combina a la perfección en urbanizaciones y que embellece cualquier paisaje, así que merece la pena darle una oportunidad en tu hogar.

Se considera al laurel cerezo como un árbol pequeño o un seto, aunque si se deja crecer puede llegar a alcanzar los cinco metros de altura. Sus hojas son duras, brillantes y de un precioso verde oscuro, algo más claro nada más salir, y en forma y tamaño se parecen bastante al laurel común. Hay que tener cuidado con esta planta, no obstante, porque puede ser venenosa por ingestión, aunque lo único que no es tóxico de su composición son sus frutos, que son pequeñas bayas negras. Ahora bien, si tienes mascotas o niños que pudieran ingerir las hojas ten cuidado.

Rosal de pitiminí

Un nombre curioso y un arbusto precioso pueden ser las dos características principales de este rosal. Se trata de una variedad enana de rosales que pueden cultivarse tanto en interior como en exterior, pero pueden llegar a alcanzar el tamaño perfecto para conseguir pequeños arbustos en el jardín o incluso para componer la propia valla que estés buscando para delimitar zonas. Es preferible plantarlo a pleno sol, pero también crece bien en semisombra siempre que las horas de luz superen las de sombra. Hay diversas variedades de este rosal y se diferencian principalmente por sus medidas, así que si buscas un rosal de pitiminí algo más grande siempre puedes valorar cuáles son las medidas de sus variedades y escoger la que mejor se adapte a ti.

Es también un arbusto perennifolio y su cuidado es el mismo que el de un rosal más grande, por lo que no es de cuidado exigente. Es necesario regar estas plantas entre tres y cuatro veces por semana en verano o en épocas más calurosas, en tanto que el resto del año algo menos (entre cuatro y cinco, principalmente). Lo ideal es plantarlo a finales de primavera cuando el riesgo de heladas ya haya pasado, pero este arbusto es capaz de resistir sin problema temperaturas de hasta -4ºC.

Ciprés de Leyland

El ciprés de Leyland es el arbusto perenne de rápido crecimiento que más se utiliza para setos, por lo que si estás buscando precisamente construir un seto esta es la mejor alternativa posible. Sus hojas son de un color verde muy bonito, son perennes y el crecimiento es muy rápido, bien cuidado podría llegar a crecer hasta un metro y medio cada año. Eso sí, si quieres conseguir un efecto bonito como seto tendrás que tenerlo bien cuidado y podarlo regularmente, ya que debido a su rápido crecimiento se te puede ir de las manos fácilmente. Precisamente por esto último se considera el ciprés de Leyland la opción óptima para jardines grandes y setos altos: si quieres conseguir setos más bajos o tienes un jardín más pequeño puede no ser lo que necesitas.

Se trata de una planta todoterreno capaz de aguantar todo tipo de temperaturas, desde fríos intensos hasta zonas con mucho viento e incluso contaminación, y es muy fácil de cuidar, aunque no debes descuidarlo, pues de lo contrario sí podría llegar a secarse o no crecer debidamente. Cuídalo de hongos y otras plagas, que podrían ser el origen principal de sus problemas.

Aligustre

El uso principal del aligustre es decorativo, y se trata del seto por excelencia en zonas urbanas, pues su tamaño, su frondosidad y su fácil cuidado lo ha convertido en una planta todoterreno perfecta para crecer en este tipo de áreas. Sus hojas son muy parecidas a las del olivo, son perennes y tiene unos frutos muy bonitos, unas bayas negras pequeñitas y muy tóxicas que seguramente has visto en más de una ocasión en parques y zonas públicas. Es de crecimiento rápido y puede llegar a alcanzar los dos o tres metros, así que, al contrario que el ciprés de Leyland, se trata de una alternativa fantástica para jardines más pequeños o setos de menor tamaño.

Aguanta muy bien la poda y también la contaminación ambiental, de ahí que se utilice sobre todo para la decoración de residencias, parques, paseos y demás en zonas de ciudad. Hay que plantarlo en semisombra, ya que el exceso de luz solar podría ser perjudicial, y es preferible evitar las zonas con temperaturas muy bajas durante el invierno, ya que no soporta especialmente bien las heladas.

Forsitia

Un arbusto capaz de ofrecernos un color diferente al que estamos acostumbrados, y es que las flores de este arbusto son amarillas y muy vibrantes, convirtiéndose así es una alternativa maravillosa para darle color a nuestro jardín en tanto que construimos un bonito seto o separamos zonas en este. Genera tantas flores que una vez ha florecido del todo no verás apenas sus ramas, y si estás iniciándote en esto de la jardinería es una opción muy inteligente para empezar porque no requiere apenas cuidados, por lo que no tendrás que preocuparte en exceso por su mantenimiento.

No es una opción ideal para separar viviendas o si se quiere utilizar para incrementar la privacidad de la casa, ya que en las épocas más frías no tiene tantas flores y se queda algo más vacío, teniendo así huecos, pero en épocas de primavera y verano su brillante color amarillo le da mucha alegría a todos los espacios, y puede llegar a crecer hasta veinte centímetros al año. Es preferible que lo plantes a pleno sol o en semisombra, pero si en verano la temperatura suele superar los 30ºC es preferible que no le dé el sol directo durante demasiadas horas diarias.

Agracejo

El agracejo está compuesto por matorrales perennes que pueden llegar a alcanzar los 3 metros de alto y los 4 de ancho, y están compuestos por hojas verdes pequeñas. Estas hojas son visibles durante todo el año, pero en verano florecen unas preciosas flores amarillas y anaranjadas que dan paso a unas bayas negras. Una preciosa variedad de este arbusto es el agracejo rojo, que puede alcanzar los dos metros de altura y cuyas hojas son redondeadas y de un color rojo precioso, aunque hay que tener cuidado con esta planta porque está cubierta de espinas.

Esta última variedad es perfecta para utilizarla como seto y de hecho es su uso más extendido, pues gracias a su frondosidad constituye una barrera impenetrable y sus cuidados son muy sencillos, ya que no se trata de una planta excesivamente exigente. Eso sí, será necesario podar al menos una vez al año, preferiblemente en otoño para prevenir que las ramas no se enreden entre sí. Ten cuidado con las plagas, porque será lo que más probablemente le afecte y acabe con él.

Abelia

La abelia es un arbusto de naturaleza semicaducifolia, por lo que no es exactamente perenne pero sí conserva parte de su follaje. Llega a alcanzar los tres metros de altura, aunque normalmente se procura que no crezca más del metro y medio. Tiene ramas arqueadas y rojizas y sus flores son de forma tubular, de entre un centímetro y un centímetro y medio, pudiendo ser blancas o rosadas. Su periodo de floración es más largo que en otras plantas y después de esta la abelia se queda con un color rojo muy atractivo y también muy llamativo que hace de este arbusto una opción perfecta para darle color al jardín y delimitar espacios empleándolo como seto.

Si lo plantas a pleno sol florecerá de las mil maravillas, pero si lo plantas en semisombra también crecerá bien, solo que con menos flores. Sí es un poco más exigente en sus cuidados en tanto que tienes que asegurarte de que se encuentra en condiciones óptimas de cultivo, protegido del frío en épocas de temperaturas más bajas, con suelo bien abonado y no calcáreo, y tienes que regarlo mucho en verano. Ligeramente menos en otras épocas del año, pero aun así sí tendrás que tener un poco más de cuidado con el cuidado de este arbusto.